A partir de este lunes 17 de junio, los productores mexicanos que exportan el fruto a Estados Unidos ya no requieren incluir un certificado de inspección en sus embarques, lo que facilita y agiliza el cruce fronterizo hacia Estados Unidos.
Tras cuatro años de alegatos técnicos entre la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural con el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA), el gobierno estadounidense levantó las restricciones relacionadas con el virus rugoso del tomate (ToBRFV en inglés) para la importación de tomate fresco mexicano.
A partir de este lunes 17 de junio, los productores mexicanos que exportan el fruto a Estados Unidos no requieren incluir un certificado de inspección en sus embarques, lo que facilita y agiliza el cruce fronterizo.
El Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) informó que en razón del análisis que realizaron los especialistas fitosanitarios estadounidenses, el USDA emitió la Orden Federal DA-2024-21, la cual establece la regulación solamente para la importación de material propagativo de tomate y pimiento, incluyendo las semillas, y excluye al producto fresco.
Cabe recordar que el 3 de junio del 2020, el USDA actualizó los requisitos fitosanitarios para la importación de hospederos de ToBRFV y estableció que los productores mexicanos debían acompañar sus embarques con un certificado que señalara que su producto fue inspeccionado y no presenta síntomas del virus rugoso del tomate.
Adicionalmente, este certificado debía incluir fecha de inspección, nombre, título y firma de la persona que emitía el certificado de inspección, así como los nombres y direcciones del productor y empacadora.
Desde la implementación de la Orden Federal por parte de Estados Unidos, el Senasica inició conversaciones con la autoridad sanitaria para solicitar la reconsideración de las medidas sanitarias, con el argumento de que la fruta fresca no es una vía de diseminación del ToBRFV, ya que el uso previsto es el consumo en fresco y no la reproducción.
Cabe señalar que la industria del tomate genera más de 400,000 empleos directos y un millón de empleos indirectos en nuestro país. Con una producción superior a 3 millones 461,766 toneladas, México es el octavo productor mundial de tomate. Los principales estados productores son Sinaloa, San Luis Potosí, Michoacán, Jalisco, Baja California Sur y Zacatecas.
Además de abastecer el mercado interno, los productores mexicanos exportan más de un 1.8 millones de toneladas de tomate a diferentes destinos, entre ellos, Estados Unidos, Canadá, Japón, Costa Rica, Emiratos Árabes Unidos y Brasil.
FUENTE: EL ECONOMISTA