La Asociación de Ferrocarriles Estadounidenses (AAR, por sus siglas en inglés) solicitó a la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) abrir los cruces internacionales en Eagle Pass y El Paso, Texas, debido a los retrasos que ha provocado en las operaciones. Tan solo Union Pacific (UP) tiene más de 10 mil vagones parados en ambos lados de la frontera.
“No se puede subestimar la urgencia de reabrir estos cruces y restaurar el servicio ferroviario entre las dos naciones. No existen redes ferroviarias separadas en Estados Unidos y México; Sólo existe una red ferroviaria interconectada en América del Norte. Cada día que la frontera permanece cerrada se desata una cascada de retrasos en las operaciones en ambos lados de la frontera, lo que afecta a los clientes y, en última instancia, a los consumidores”, dijo Ian Jefferies, presidente y director ejecutivo del organismo.
Reiteró que la decisión de CBP afecta de manera directa e inmediata las operaciones de dos ferrocarriles Clase I (Union Pacific y BNSF) y los clientes a los que sirven esas compañías. Combinados, estos dos transportistas operan 24 trenes diarios en estos cruces, transportando productos agrícolas, repuestos para automóviles, vehículos terminados, productos químicos, bienes de consumo y más a clientes en todo el continente.
Fuente: T21