Sin agua no hay canal, no hay más que hacer. Ante la sequía por la que cruza Panamá, algunos especialistas han expresado que el país centroamericano debería esperar un milagro en lo poco que queda de la temporada de lluvias de este año o aguardar por un posible adelanto de la del 2024, mientras continúa aplicando medidas selectivas sobre el tipo y el número de embarcaciones que navegan a través de este importante paso para el comercio global, una medida que le arrebata decenas de millones de dólares de ingresos a la economía panameña.

Sin la suficiente agua para alimentar al lago Gatún, el lago artificial creado para conectar los océanos Pacífico y Atlántico, es innegable también el impacto económico y operativo para las empresas en el movimiento de mercancías que utilizan el Canal de Panamá, donde se calcula que se gestiona el 5% del comercio mundial.

De los 38 barcos que cruzaban al día anteriormente, esta cifra se ha ajustado hasta los 18 a inicios de este mes, como parte de las últimas medidas que ha tomado la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) y que se extenderán hasta el 1 de febrero del próximo año.

Fuente: T21