Grupo Coppel ha dado un giro de tuerca en la estrategia de sustentabilidad para su cadena de suministro. Luego de que en 2018 hubo un primer intento de abordaje que dejó insatisfecha a la compañía, desde el año pasado retomó el uso del transporte intermodal en el movimiento de las mercancías, no solo para reducir costos sino para cumplir con la disminución de su huella contaminante.

Tan solo al cierre del año pasado logró reducir tres mil 089 toneladas de dióxido de carbono (CO2) con los fletes realizados a través del ferrocarril. Para ser más precisos, una tonelada de CO2 equivale al volumen de una piscina de aproximadamente 10 metros (m) de ancho, 25 m de largo y dos m de profundidad. “Con esta referencia, ¿se imaginan todo el beneficio que se está logrando a favor del planeta?”, cuestiona Mauricio Salgado, director de Transportes y Calidad de la compañía

Fuente: T21