En el mundo interconectado de hoy, el comercio internacional es el fundamento de nuestra economía global y depende en gran medida de la sólida infraestructura que sustenta estos intercambios.
Específicamente, el comercio transfronterizo establece una red que conecta el mercado global. Un elemento crítico en esta estructura compleja es la calidad y eficiencia de la infraestructura del comercio transfronterizo. Esta infraestructura es fundamental para permitir el comercio y el comercio, desde las instalaciones físicas como carreteras, puentes y puertos hasta los sistemas digitales que facilitan transacciones fluidas.
Sin embargo, nuestra comprensión convencional de las dinámicas comerciales ha cambiado a medida que las cadenas de suministro globales experimentan cambios transformadores. Es evidente una transición notable de la globalización hacia la regionalización, impulsada principalmente por preocupaciones sobre la resiliencia, la sostenibilidad y la seguridad ante las tensiones geopolíticas, las guerras comerciales y las crisis globales.
Este cambio hacia la regionalización ha provocado una tendencia creciente de cerca de la costa, con empresas que trasladan sus operaciones más cerca de casa para reducir la complejidad y aumentar el control. Este cambio ha puesto el foco en las relaciones comerciales regionales, aumentando la necesidad de una infraestructura de comercio transfronterizo más eficiente y confiable. A medida que la demanda se intensifica en medio de dinámicas cambiantes, la infraestructura de comercio transfronterizo efectiva, innovadora y resistente se vuelve cada vez más crucial.
Examinemos los desafíos, las perspectivas y las posibles soluciones para desarrollar una infraestructura de vanguardia para satisfacer la creciente demanda comercial entre los Estados Unidos y México. Desde los matices de la economía fronteriza y las implicaciones de políticas hasta el papel transformador de la tecnología, analicemos estos componentes y su impacto colectivo en la configuración del futuro del comercio transfronterizo en la región.
Paisaje actual: Desafíos de infraestructura y política
La convergencia de la política y la infraestructura en la facilitación del comercio transfronterizo es un desafío multifacético que requiere comprender tanto la sutileza política como las necesidades prácticas.
Desde estudios detallados de impacto ambiental hasta la coordinación con múltiples agencias reguladoras, estos pasos necesarios a veces pueden crear obstáculos en el proceso de permisos. Si bien estos controles son necesarios para garantizar un desarrollo responsable, a menudo llevan tiempo resolver, obstaculizando que estos proyectos de infraestructura avancen tan rápidamente como se necesita.
Combinado con las complejidades inherentes de estos proyectos, que pueden llevar años desde la planificación hasta el desarrollo y la utilización, cualquier retraso u obstáculo adicional puede estirar significativamente el plazo, lo que a menudo resulta en proyectos de más de 10 años. El desafío radica en agilizar estos procesos sin sacrificar la integridad y responsabilidad que proporcionan para que el camino hacia la construcción de infraestructura de comercio transfronterizo pueda ser tan fluido y eficiente como el comercio internacional que pretende apoyar.
A lo largo de la frontera entre Texas y México, cuatro importantes proyectos de infraestructura están actualmente en proceso de permisos: el Puente Internacional Flor de Mayo en Brownsville, el Puente Global de Comercio Puerto Verde en Eagle Pass y tanto el Puente 4/5 como la ampliación del Puente de Comercio Mundial en Laredo, el puerto interior más grande para camiones comerciales en los Estados Unidos.
El estatus de impasse de estos cuatro proyectos de infraestructura destaca la compleja interacción entre las directivas políticas, las consideraciones ambientales, las prácticas administrativas y la necesidad tangible de desarrollo de infraestructura. También ilustra cómo un detalle procedimental puede afectar significativamente la infraestructura de comercio transfronterizo.
Explorando la oleada: Mayor comercio en medio de restricciones de infraestructura
Revisemos algunos datos para comprender mejor la demanda de nueva infraestructura de comercio transfronterizo. El volumen de comercio entre México y los Estados Unidos se ha triplicado de 248 mil millones de dólares (mdd) en 2000, cuando se construyó el último puente para camiones comerciales, a 780 mil mdd en 2022. Un hito significativo se produjo a principios de 2023 cuando México se convirtió en el principal socio comercial de los Estados Unidos, posición que ocupaba China desde 2014. Este cambio se produjo después de las tensas relaciones de Estados Unidos con China, que resultaron en aranceles y las posteriores interrupciones de la era de la pandemia que alteraron los flujos comerciales internacionales.
Durante los primeros cuatro meses de 2023, el comercio total entre Estados Unidos y México alcanzó los 263 mil mdd, lo que constituye el 15,4% de todas las exportaciones e importaciones de Estados Unidos Canadá siguió con el 15,2%, y China con el 12,0%. Esta reubicación también llevó a que el puerto de Laredo emergiera como el puerto número uno entre los 360 puertos comerciales de los Estados Unidos, con un aumento interanual del 7.4% en el comercio total a 28.,1 mil mdd en mayo.
Notablemente, al convertir el número total de cruces de camiones del puerto de Laredo en TEU (unidades equivalentes a veinte pies), un estándar utilizado para clasificar los puertos internacionales, el puerto de Laredo ocuparía el número 11 en la Lista de Cien Puertos de Lloyd de 2022, con 14.31 TEU entre los puertos marítimos de Rotterdam y Dubái. Al destacar aún más su importancia, los cruces de camiones internacionales entre Estados Unidos y México a través del puerto de Laredo se encuentran entre los más grandes, si no los más grandes, del mundo.
En comparación con la lista de la International Road Transport Union (IRU) de las fronteras de cruce de camiones europeas más importantes, los 5.4 millones de cruces de camiones de Port Laredo en 2022 están bastante por encima de los cruces clave como Dover-Calais en la frontera entre el Reino Unido y Francia, el Paso del Brennero entre Italia y Austria, y el Puente de Oresund, entre Dinamarca y Suecia, con millones de camiones menos por año.
A pesar de esta oleada, la infraestructura de comercio transfronterizo ha evolucionado a un ritmo diferente, creando una necesidad urgente de modernización. Las nuevas dinámicas globales han aumentado aún más la relación comercial e integración entre México y Estados Unidos, lo que subraya la urgencia de expandir e innovar los sistemas de soporte subyacentes. La aparición de México como principal socio comercial, la dominancia de Port Laredo y el cambio en el panorama mundial subrayan una verdad fundamental: la infraestructura de comercio transfronterizo existente debe ponerse al día para garantizar que continúe impulsando, en lugar de obstaculizar, el motor comercial que impulsa la economía de América del Norte.
Comprendiendo el futuro: El surgimiento de la cerca de la costa
En este panorama global en constante cambio, la cercanía de la costa ha surgido como una tendencia significativa que pronostica un crecimiento sustancial en el comercio, especialmente entre México y los Estados Unidos. El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) proyecta un aumento de 30 mil mdd en las exportaciones de México a los Estados Unidos debido a la cercanía de la costa.
Se estima que el 40% del aumento refirdo, equivalente a 12 mil mdd, transitará por Port Laredo, sumándose a los 150 mil mdd existentes de exportaciones liquidadas a través de este puerto. Este volumen adicional de comercio, que representa un aumento del 8%, se traduce en aproximadamente 650 a 700 cruces adicionales de camiones comerciales diarios, amplificando aún más la demanda de infraestructura fronteriza eficiente y resistente. El surgimiento de la cercanía de la costa acentúa la necesidad de modernización y planificación estratégica para los sistemas regionales de comercio transfronterizo.
¿Qué impulsa este cambio? Las empresas estadounidenses están trabajando activamente para reducir su dependencia de proveedores chinos, influenciadas por varios factores: tensiones geopolíticas, incertidumbres comerciales y crisis globales como la pandemia de COVID. Según los datos del U.S. Census Bureau, las importaciones de Estados Unidos desde China disminuyeron un 24% en los primeros cinco meses de este año, reflejando este cambio multifacético en la estrategia de la cadena de suministro.
La ubicación de México, los acuerdos de libre comercio y los incentivos laborales siempre han atraído a las empresas. Pero con cambios recientes en cómo el mundo hace negocios, incluidos cambios en las cadenas de suministro globales, estas ventajas se han vuelto aún más atractivas. La tendencia hacia la cercanía de la costa no es solo una moda; es un cambio significativo en cómo funciona el comercio internacional y México está posicionado para beneficiarse de esta transformación.
El alejamiento de China está teniendo un efecto notable en el mercado inmobiliario industrial de México y las ciudades fronterizas de los Estados Unidos, como Laredo. En Laredo, la inversión total en instalaciones logísticas se duplicó más del doble de 2021 a 2022. Mientras tanto, en México, la demanda de espacio industrial se duplicó en 2022 en comparación con los niveles de 2019, impulsada por la cercanía de la costa. Este aumento en el interés llevó a una fuerte disminución en las tasas de vacantes a alrededor del uno por ciento. Juntos, estos tendencias destacan la reconfiguración del panorama industrial en la región, influenciada por cambios en las dinámicas comerciales globales.
El surgimiento de la cercanía de la costa está dando forma al futuro del comercio y la inversión transfronterizos. A medida que las economías locales se adaptan y crecen, las oportunidades de innovación y expansión se multiplicarán, y la demanda de infraestructura moderna y resistente se intensificará. La cercanía de la costa no solo está alterando el mapa comercial; lo está redibujando y abriendo una nueva era de posibilidades económicas.
Infraestructura moderna de comercio transfronterizo: Integrando logistechs para una mayor eficiencia, seguridad y sostenibilidad
La tarea imperativa de modernizar y mejorar la infraestructura fronteriza no puede subestimarse. Requiere un esfuerzo concertado de los responsables políticos, líderes de la industria y las partes interesadas en todos los niveles, impulsado por la colaboración, la innovación y la previsión. Los puentes internacionales comerciales modernos son conectores fundamentales en el comercio global, simbolizando canales que facilitan el flujo de bienes, servicios e información.
La integración de Logistechs, o la aplicación de tecnologías exponenciales en los sectores de logística, cadena de suministro y transporte, es vital para esta transformación. La apertura de avenidas para la automatización, el análisis de datos en tiempo real y la gestión inteligente de infraestructura permiten que los sistemas se adapten y respondan a las fluctuaciones de la demanda comercial, agregando capas de competitividad, seguridad y eficiencia al panorama comercial de América del Norte.
Más allá de la eficiencia y la competitividad, la construcción de infraestructura moderna de comercio transfronterizo se extiende a la seguridad nacional y la rastreabilidad dentro del comercio internacional. La incorporación de sistemas avanzados de monitoreo con reconocimiento facial, escáneres biométricos, tecnologías RFID y herramientas integradas de análisis de datos puede aumentar las medidas de control fronterizo, garantizando el cumplimiento de las leyes y normas internacionales.
Estas tecnologías también proporcionan una mayor trazabilidad, lo que permite un seguimiento detallado y verificación de bienes a través de las fronteras. Sin embargo, un desafío actual es la barrera digital entre la Aduana y Protección Fronteriza de los Estados Unidos y su contraparte, la Agencia Nacional de Aduanas de México, ya que sus sistemas necesitan comunicarse adecuadamente entre sí.
Se requiere de interconectividad perfecta entre varias agencias de seguridad facilitaría una mayor colaboración y respuestas más rápidas, pero aún se necesita mucho trabajo para cerrar la brecha entre los sistemas aduaneros de los Estados Unidos y México. Al hacerlo, podemos construir una defensa sólida sin comprometer el flujo comercial, lo que permite a las empresas beneficiarse de procesos simplificados, despachos aduaneros más rápidos y una mayor transparencia, todo lo cual contribuye a reducir costos y aumentar la agilidad.
Los modernos puentes internacionales comerciales también anuncian una nueva era de sostenibilidad en el comercio transfronterizo. Al implementar tecnologías avanzadas y diseños innovadores, estos puentes pueden reducir drásticamente los tiempos de ralentización de camiones comerciales. Los sistemas de enrutamiento inteligentes, la gestión del tráfico en tiempo real y los procedimientos aduaneros simplificados garantizan cruces de camiones más suaves y rápidos. La reducción de los tiempos se alinea con objetivos más amplios de sostenibilidad, creando una sinergia donde la innovación tecnológica mejora la eficiencia comercial y el cuidado del medio ambiente.
Marcando el camino a seguir
La profunda necesidad de evolucionar nuestra infraestructura de comercio transfronterizo existente es clara. A medida que los patrones de comercio global cambian, el enfoque en la regionalización y la cercanía, junto con las tecnologías exponenciales emergentes, enfatiza la necesidad de un enfoque cohesivo, innovador y avanzado. Esto implica no solo la construcción física de puentes e instalaciones comerciales, sino también la integración de tecnologías modernas para fomentar la transparencia, la trazabilidad y la eficiencia. Superar la actual barrera digital entre los sistemas aduaneros de los Estados Unidos y de México será vital para esta transformación, asegurando que la comunicación digital a través de las fronteras sea tan fluida como el movimiento físico.
El futuro del comercio transfronterizo entre los Estados Unidos y México, principalmente en centros vibrantes como la frontera de Texas-México, requiere un enfoque coordinado, integrando políticas, tecnología, infraestructura y cooperación internacional. Las apuestas son altas, ya que estos cambios sentarán las bases para el crecimiento económico y la integración continua en América del Norte. A través de una visión compartida, innovación y colaboración, se puede crear una infraestructura moderna de comercio transfronterizo que satisfaga las demandas actuales y anticipe las necesidades dinámicas del mercado global del mañana. El desafío merece nuestro esfuerzo colectivo, experiencia y compromiso, impulsando a la región y al mundo hacia un futuro más conectado, resiliente y próspero.
Fuente: T21