La agencia calificadora Fitch detalló que los sectores que ya se han beneficiado del nearshoring en México, vía compromisos de inversión, son el de automóviles y afines, maquinaria y equipo, equipo médico, electrónica, electrodomésticos, logística, bienes raíces industriales, entre otros.
La relocalización de empresas hacia México ya está beneficiando al entorno operativo de las corporaciones no financieras, particularmente los fabricantes nacionales y del sector inmobiliario industrial, advirtió la calificadora Fitch.
Sin embargo, la agencia matizó que para ver efectivamente el beneficio del llamado nearshoring tendrán que pasar al menos tres años o más.
En un análisis que no tiene impacto de calificación, analistas explicaron que para conseguir altos rendimientos de este episodio de reorganización de las cadenas de suministro globales de valor, México tendrá que salvar desafíos, como los de infraestructura en el sector de la energía; la distribución de agua, la disponibilidad de mano de obra calificada y las preocupaciones de seguridad.
Establecieron que será el sector de las manufacturas el más beneficiado de fortalecer esta relocalización hacia Estados Unidos, particularmente el que se orienta a la exportación. Esto por la historia y experiencia en la participación del mercado de América del Norte.
Acotaron que aún ellos enfrentan retos como es la disponibilidad de infraestructura de acceso, comunicación y uso de nuevas tecnologías.
Otro sector que desde ahora está siendo beneficiado es el inmobiliario industrial, que continúa experimentando una demanda excepcionalmente fuerte que impulsa la ocupación rentas a niveles récord.
En el documento, Fitch establece que los sectores que ya se han beneficiado del nearshoring, vía compromisos de inversión, son el de automóviles y afines, maquinaria y equipo, equipo médico, electrónica, electrodomésticos, logística, bienes raíces industriales, entre otros.
Y resaltaron que son los estados del norte y centro de México los principales receptores de Inversión Extranjera Directa (IED) donde destacan Nuevo León, Coahuila, San Luis Potosí y Guanajuato.
Fuente: El Economista